24 DE MARZO
No intentes prever todo lo que está por venir
con demasiada antelación o hacer planes a
largo plazo, porque si los haces, quizá tengas
que cambiarlos por completo. Mejor será
dejar que todo vaya desplegándose, y verás
cómo todo se sucede a una velocidad mucho
mayor de lo que puedas imaginar. No te
impacientes al respecto; tan sólo espera en
Mí y mira cómo todo se abre paso del modo
más maravilloso. Pero el ritmo ha de ser el
justo. Cuando el invierno es cerrado,
siempre da la impresión de que no vaya a
acabar nunca, pero antes de que uno se de
cuenta de lo que está pasando, la primavera,
de una manera muy modesta, empieza a
irrumpir. Ese es el proceso que está
ocurriendo con lo nuevo. Al igual que la
primavera, está aquí ya, y el invierno, lo
viejo, ha pasado. Pero quizá no te hayas
dado cuenta o no termines de aceptarlo del
todo, y hasta que eso suceda, tus ojos no
quedarán abiertos a toda su maravilla. Abre
los ojos y no te pierdas nada de lo que está
ocurriendo en este momento.