2 DE NOVIEMBRE
Cuando estás aprendiendo a hacer algo por
primera vez, a conducir, por ejemplo, o a
nadar, a tocar un instrumento musical, al
principio eres muy consciente de cada uno
de los movimientos, de cada cosa que haces.
Cometes errores pero sigues adelante.
Corriges los errores y continúas hasta
dominar lo que has empezado a aprender.
Después ya no tienes que pensar cada
movimiento; lo haces automáticamente, te
dejas llevar y lo disfrutas porque ya no te
supone ningún esfuerzo. Así también con
esta vida espiritual. A medida que forma
parte de ti, ya no necesitas recordarte que
has de darte cuenta conscientemente de Mí y
de Mi divina presencia, porque eres
consciente de ella. Ya no has de sintonizarle,
porque ya estás en sintonía. Te resulta tan
natural como la propia respiración. En ese
estado, tú sabes que YO ESTOY en ti, y que
tú estás en Mí, y que somos uno.
Eileen Caddy
Al aprender algo nuevo, soy muy conciente de cada paso.
Soy muy conciente de cada movimiento.
Soy muy conciente de cada cosa que hago.
Aunque cometa errores sigo adelante.
Corrijo los errores.
Continúo hasta automatizar lo aprendido.
Una vez automatizado ya no tengo que esforzarme.
Una vez automatizado lo disfruto.
Lo mismo ocurre con mi vida espiritual.
Estoy en sintonía con el AMOR.
Medito cada día para elevar mi conciencia.
Gracias a Eileen Caddy.
Desde 2010/13, leo "La Voz Interior" a diario.
Gracias a mi amiga M. Jesús, ella me lo dio a conocer y lo comparte cada día.
Me ayuda mucho.
Maruja Bíblica
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