9 DE ABRIL
No se puede construir un templo fuerte sin
una cimentación sólida. No se puede
construir el nuevo cielo y la nueva tierra sin
amor, amor entre vosotros y hacia Mí. El
amor comienza por las pequeñas cosas de la
vida y se extiende desde ella. Siembra
semillas de amor allá donde vayas, y mira
cómo crecen, florecen y dan fruto. Incluso
esas semillas de amor que han sido
plantadas en los corazones más duros
comenzarán a crecer al final; quizás les
cueste germinar, pero si se les cuida con
atención y cariño, no pueden dejar de crecer.
Por eso, que nadie te parezca un caso
desesperado; sencillamente, vierte amor sin
cesar y no endurezcas tu corazón. Deja de
intentar justificarte a ti o a tus actos. Deja de
echar la culpa a la otra persona. Busca en tu
propio corazón, resuelve lo que haya que
resolver en tu interior, y encuentra la paz
perfecta de corazón y mente. De ese modo
puedes dirigirte a cualquier parte con
verdadera dicha y libertad, irradiando cada
vez más amor. Nunca puede haber
demasiado amor. Haz que fluya libremente.
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