16 DE MAYO
Que las palabras de tu boca y las medita-
ciones de tu corazón sean aceptables para Mí
en todo momento. Mejor estar callada y no
decir nada que abrir la boca y consentir que
salgan de tus labios palabras carentes de
guía de las que quizá te hayas de arrepentir
nada más decirlas. Hablar a destiempo
puede ocasionar un daño y un sufrimiento
innecesarios; por eso, aprende a controlar tu
lengua, y cuenta hasta diez antes de abrir la
boca. Se tarda menos de un segundo en decir
algo hiriente, pero se tarda mucho en curar
esa herida. Cuando aprendas a hacerlo todo
para Mí y para Mi honor y gloria, no te
equivocarás. Si tan sólo inviertes tiempo y
eres muy paciente, verás la chispa divina en
el interior de todas las personas. A
continuación podrás avivar esa chispa sin
intentar jamás extinguirla mediante tu
crítica, intolerancia y falta de comprensión.
Sabrás que todas las almas son iguales bajo
Mi mirada.