29 DE ABRIL
Abrete al aliento de Mi amor y luz divinas.
Abre las puertas de tu corazón y no permitas
que nada detenga esa afluencia. Mantén las
puertas abiertas de par en par para que el
amor y la luz puedan circular libremente en
ti y través de ti, para que la fuerza vital sea
siempre evidente en tu interior. Cuando las
puertas de tu corazón están cerradas y cesa
el flujo de la luz y del amor, toda tu vida se
estanca, y nada puede sobrevivir en un
estanque de agua que no corre. Por eso has
de mantener conscientemente abiertas esas
puertas y sacar agua de Mí, la fuente de toda
vida, en todo momento, para que tu corazón
nunca se seque ni se estanque. Un riachuelo
que deja de extraer su suministro de agua de
la fuente acaba por secarse. Si tu dejaras de
sacar tu suministro de Mí, pronto te secarías
y acabarías siendo inútil. Por eso, date
cuenta conscientemente de Mí y extrae
constantemente tu fuerza vital de Mí. Haces
tu elección día a día, hora tras hora, cada
minuto.